Me produce un asco profundo ver la orgía en la que vivimos. La masa
inmunda de carne por entre la que tenemos que caminar a diario. Me parece que
mientras camino por la calle entra en mi nariz el olor de todos los
sexos que me quedan por conocer, pero que dentro de poco (un par de años
o un par de meses, tal vez) conoceré.
Me parece que no tiene sentido conocer gente nueva si de antemano ya me la he follado, si de antemano sé a qué sabe esa vagina en mi boca o a lo que huelen mis dedos unos minutos después.
Me parece que no tiene sentido llenar una fila de alguna lista interminable de sudores y palabras vacías, palabras de mierda, rutinas baratas de pasiones que no son más que una calentura constante y distante.
Me parece que no tiene sentido conocer gente nueva si de antemano ya me la he follado, si de antemano sé a qué sabe esa vagina en mi boca o a lo que huelen mis dedos unos minutos después.
Me parece que no tiene sentido llenar una fila de alguna lista interminable de sudores y palabras vacías, palabras de mierda, rutinas baratas de pasiones que no son más que una calentura constante y distante.