domingo, 24 de junio de 2012

Misantropía y escándalo.

Me produce un asco profundo ver la orgía en la que vivimos. La masa inmunda de carne por entre la que tenemos que caminar a diario. Me parece que mientras camino por la calle entra en mi nariz el olor de todos los sexos que me quedan por conocer, pero que dentro de poco (un par de años o un par de meses, tal vez) conoceré.
Me parece que no tiene sentido conocer gente nueva si de antemano ya me la he follado, si de antemano sé a qué sabe esa vagina en mi boca o a lo que huelen mis dedos unos minutos después.
Me parece que no tiene sentido llenar una fila de alguna lista interminable de sudores y palabras vacías, palabras de mierda, rutinas baratas de pasiones que no son más que una calentura constante y distante.

viernes, 22 de junio de 2012

Viernes.

Quiero ser un ermitaño que no sale de casa por mucho tiempo.
Quiero que la gente se pregunte: ¿Qué fue se ese sujeto azul?
Y si tengo suerte alguno vendrá a verme, y la casa estará llena de gatos, porque yo, sujeto azul, habré hecho una fiesta de cumpleaños para mi gato favorito.


jueves, 21 de junio de 2012

En un tiempo muerto.

Es de madrugada y ya ni siquiera sé qué día es.
Y en realidad es lo que menos importa, estando en un tiempo muerto da la misma si es Martes, Jueves o Viernes. Todos los días son como un Domingo interminable.
Quizás encuentre mi cuerpo lleno de sudores ajenos, o tal vez vomite en el retrete de un vecino, y resultará siendo un Lunes feriado o tal vez un Martes olvidado.
Nada importa ya mientras el tiempo esté muerto. Hacer el amor con un libro y con otro, una canción olvidada o un recuerdo recién hechecito, como salido del horno hace un par de minutos, donde aún se perciben los olores de lo tratado.

I can get no satisfaction.

And I try and I try and I try and I try.

Hablar con el italiano al parecer fue lo más sencillo. Eso me hace pensar que en realidad la vida parece algo complicado y tenaz, y nada es tan grave como parece.

Hablar con el italiano se sintió suave, leve, como si en una vida pasada yo hubiera sido un gato y hubiese antepuesto aquél suceso.
Lo sentí, ya ni siquiera pensaba en las palabras que salían de mi boca, sino en los maullidos de mi vida pasada. Y quise levantarme de la mesa para treparme a un árbol y verlos a todos desde arriba y sentirme agraciado, como un felino coqueto.


Ya ni siquiera conozco los nombres de los días, y poco a poco voy olvidando lo que solía saber y a quienes solía conocer. Pronto será Malena, mi gata, quien salga a las calles con poco dinero a comprar tabaco barato, a reconocer gente y sentirse miserable por perder tanto tiempo; yo andaré en casa flirteando con el gato gris de la ventana del frente, siendo esquiva y odiando que me toquen, pintando las paredes con las patas sucias, jugando a ser un ente, masa gris y benevolente.
 

Jueves al atardecer.

El negro duerme a mi lado.



No quiero mentirme, lo que más me conmueve es ver a mi hermano a lo lejos andando con mi perro, me conmueve porque quisiera caminar junto a él pero ahora no es posible.
No quiero mentirme, mi mejor amigo no volvió a amarme como solía hacerlo, y así lo intente ya va a ser muy tarde.
No quiero mentirme, la gente está acostumbrada a irse, yo no tengo la voluntad ni la fuerza suficiente para hacerlo.
Si me armo de valor mando todo al carajo y empiezo de nuevo.
Si me dejo de pavadas llego al recuerdo, y recuerdo que quería dejarlo todo lejos, abrir los brazos, sentir el viento, tomar cerveza, leer un montón de libros, pintar en las mañanas, y permitir que la gente vuelva en el momento que cada quien decida hacerlo.
No quiero mentirme, estoy harto de lo mismo, de los pequeños detalles que demuestran que el mundo hace rato que se fue al carajo.
Me voy a la mierda hablando del cariño, de los amigos, de la gente que por alguna razón de la casualidad o el tiempo he debido conocer.
Me fui, me fui, me fui, me fui.
Nadie me avisó que ya todos se habían ido, estoy dejando de comer y no lo noto hasta que mi madre me indica que la ropa me está quedando enorme, y que ya casi me parezco a mi mejor amigo.

No pretendo nada al escribirlo, tal vez sólo hacer un trato conmigo mismo.