domingo, 24 de enero de 2016

Aún no pasa el primer Agosto de los siete que nos quedan por cumplir...


Las noches difíciles tienen algo que en el fondo es lindo. A las once y diecinueve te fumas un cigarro y buscas algo allá arriba pero todo está nublado.
Un avión pasa, nadie anda afuera para decir adiós con las manos en alto.
El humo del cigarrillo es lo único que se tiene; es un momento medio mágico donde todo está estático.
Una bici pasa y pienso en ti.
Solía pensar que los horarios eran cosa de adultos que pasan los días y los días y los días y sólo hay sol y gente. Las carteras llenas de números y formatos diligenciados. El reloj corre y aún falta tanto por hacer.
Al salir de clase pensé: <<Los horarios quizás hasta también sean lindos. Lo son si sé que voy a verte a la medianoche... o que voy a hablarte antes de dormir.>>
No sé dónde andarás. Pero no tengo miedo, confío en mí.
No me gustan tus silencios cuando sé que hay algo que hace tiempo quieres decirme.
Me gustan los silencios en los que me miras y parece que te pierdes pensando en tantíssimas cosas. Como que vas y vuelves... y yo aún estoy ahí, frente a tus ojos y tus manos que me acarician lentamente.

Aún no pasa el primer Agosto de los siete que nos quedan por cumplir...

Miércoles, 20 de Enero, 2016.
11:33 p.m.