sábado, 5 de mayo de 2012

Amourcito Föu


Te soñé, bonita. Te soñé y fue maravilloso. Estabas en falda y tacones, estabas coqueta, tenías los labios rojos y a mí me excitaba verte así; me excitaba porque sabía que jamás tendría el placer de verte de esa manera, me excitaba saber que te veía después de tanto tiempo, me excitaba que me llamaras desde lejos y yo corriera para verte.

Te subiste al automóvil desde el cual pude verte y te sentaste frente a mí. Recuerdo haberte dicho que moría de ganas por tener un accidente contigo, y tú oprimiste el acelerador con tus tacones que amenazaban a cada segundo.

Que linda estabas, mi amor azul. Me pintaste los labios al besarme, mujer. La palanca del freno auxiliar no funcionó, primor. Nos fuimos al carajo, delicia, y sólo te vi a ti, a ti, cosita linda, cosita azul.

Luego del choque desperté y quise llamarte, quise verte, quise saber a qué sabían tus labios en verdad, quise verte despeinada y sencilla, justo como eres.
Ahora te despierto y me preguntas cómo va todo en mi vida, y yo no soy capaz ni de hablarte, parece que se me cierra la garganta al verte.
Te tomo el rostro con las dos manos y te beso hasta que se me agota la respiración, cierro los ojos y digo algo al volver a respirar como: 'Ohh sí'.

-

Con que así suelen ser mis sueños húmedos, azul.
Tuve un sueño dentro de un sueño, me despierto y quiero verte. Pero está lloviendo y temo que no estés en casa, temo que no quieras verme. Llevo más de siete horas pensando en llamarte, y ahora que se acerca la media noche pienso que sería poco apropiado hablarte.
Tengo miedo, azul. Te extraño y te amo aún, pero no me atrevo a confesarte que me alejo de vos porque me hace daño, me hace daño hablar de amor sin ti, me hace daño que me hayas olvidado y que no creas nada de lo que te digo.

Debería llamarte y dejar de negarme esos caprichos. No quiero mentirme más, me muero por oír tu voz, por abrazarte, por darte los besos que tú quisiste darme y que nunca te di.
Me surge ahora el deseo de enamorarte nuevamente. Justo ahora, con esta música, con este baile, con este ambiente tan cálido. Ando  entre sudores ajenos a causa de buscarte por todas partes, de querer embriagarte con esa luna llena para hacerte mirar hacia arriba y que me beses.